lingüísticas que se han desarrollado en su educación básica y propiciar el desarrollo de
un pensamiento analítico-reflexivo, crítico y de propuesta, a partir de los dos elementos
que la forman. Desde el enfoque del elemento de la lengua se activa y mejora el uso de
las herramientas lingüísticas y gramaticales, de manera que el estudiante perfeccione su
competencia comunicativa, tanto en forma oral como escrita, en cualquier nivel lingüístico
o situación comunicativa que se le presente en su diario quehacer.